Fitoralia y los premios IGOTY 2024. El Relato. Segunda parte o el chucrut no hay quien se lo coma.

– Entschuldigen Sie, können Sie mir sagen, was das genau ist?

Esa fue exactamente la pregunta que me hizo el policía del aeropuerto mientras señalaba el monitor con su índice. La imagen congelada de mi maleta pasada por el escáner se contorneaba bien visible. En el centro se apreciaban claramente las puntas de tres cuchillos. Y como yo no respondía, volvió a repetir:

– Entschuldigen Sie, können Sie mir sagen, was das genau ist?

Lo dijo en perfecto alemán (supongo), por algo estábamos en el aeropuerto de Stuttgart. Bajó su dedo acusador, se giró hacia mí y debió ver mi cara de “¿cómodiceusted?” Porque a los pocos segundos insistió, esta vez en inglés:

– Excuse me, can you tell me exactly what that is?

– Aaahh!!! You’re forgiven, champ. That’s a trophy given to me at an awards ceremony.

Lo que viene a ser que me preguntó que si podía aclararle que qué hacía con un arma en mi maleta y yo le dije que ese no era un arma, que era un abrelatas de diseño y que veníamos de una acampada. Lo normal.

– I have to check with my superior.

– Whatever you say, monster, but hurry up or I’ll miss my plane.

Y se fue a consultarlo con su sargento o su general, lo que fuese. Volvía el tipo con cara de frustración y me dejó pasar, yo creo que le hacía ilusión empurarme, pero otro día será muchacho que me espera el solete y la buena comida, aquí te quedas con tu cielo plomizo, tus franfurts y tu chucrut. Seeyousoon and goodbye revuelvegayumbos.

El arma sospechosa…

Pero no vayamos tan rápido… eso fue el final de la historia y vosotros queréis que la cuente desde el principio, bueno desde el principio de la mitad, que la otra mitad ya os la conté. Así que me pongo desde el principio de nuestro viaje a Essen, a la feria IPM (Internationale Pflanzenmesse, que se traduce como Feria Internacional de Plantas, lisa y llanamente, y es que lo de la poesía y el lirismo para ponerle nombres a las cosas no es para los alemanes, claramente.

En fin que íbamos a asistir allí a la ceremonia de los premios IGOTY 2024: The International Grower of the Year Awards, (traduzco, los Premios al Productor Internacional del Año) queeeeee convoca la AIPH, The International Association of Horticultural Producers, traduzco de nuevo que para eso pago Google: La Asociación Internacional de Productores de Planta. ¿Todo clarito ya?, pues vamos…

Nos habíamos quedado en que “T” se venía con mi hermano y conmigo a Alemania, a Essen, y para eso “T” se vino desde su Asturaspatriaquerida a Barcelona. Lo recogí en el aeropuerto por la mañana y se pasó el día molestand… dando vueltas por el vivero y haciendo fotos. Comió conmigo en casa y durmió en casa de mi hermano que tiene un hermoso cuarto trastero. A las tantas de la madrugada, coche hacia el aeropuerto, striptis en el acceso, crusantito con café con leche a precio de caviar beluga y avión para Stuttgart. Allávamos Germany!!!

Aterrizar en un aeropuerto nuevo y buscar la salida adecuada es como ir al Ikea e intentar encontrar la sección de colchones a la primera… te comes más pasillos de los necesarios, pero al final lo consigues (por lo menos en el aeropuerto). Nosotros buscábamos el tren hacia Essen y, tras tres maratones y cambiarnos de terminal en el aeropuerto con un tren monorraíl suspendido muy chulo, encontramos el andén adecuado que nos llevó directamente a la estación central de Essen. Y allí estábamos, con un frío polar, un cielo encapotado y hambre, mucha hambre tras caminar por tanta terminal interminable, valga la rebuznancia.

– Aquí hay una cafetería.

– Para dentro. Mira, también hay bocatas.

– Yo quiero una cerveza – Dijo adivinad quién.

– En las cafeterías no hay cerveza, creo que es algo de licencias e impuestos.

– Vaya mierda de país, empezamos bien.

Entre bocados estábamos cuando entraron a la cafetería un grupo de cuatro personas hablando entre ellos en castellano (a grito “pelao” como no podía ser de otra manera).

-Hombre “J” ¿qué pasa?

-Pues ná, a lo de IPM…

Si a alguien le resulta extraña la casualidad… Pues no, encontrarse con alguien conocido del sector no es difícil en una estación central de una ciudad con ferias comerciales, y localizarlos entre la multitud, aun menos. No hay nada más “rastreable” que un grupo de españoles en el extranjero, el tono y, sobre todo, el volumen es fácilmente reconocible.

Si lo de aclararse en el aeropuerto tiene su punto, lo de leer las líneas de metro en una estación central con diversos puntos de trasbordos, andenes y líneas, pues tampoco está mal. Tres intentos fallidos más tarde, vimos pasar al grupo de “J” y nos dijimos… Sigámoslos. Y gracias a ello llegamos sin más percances a las puertas de IPM.

– Una foto no?

– Venga, para la posteridad,

– Se lo decimos a ese que nos la haga?

– Sorry Sir, canyuteikas a foto, plis?

-Zankiu!

Y entramos en el hall de entrada.

– Joer, esto es enorme,

– Hay siete pabellones.

– Ocho.

– Qué más da uno más. Es enorme.

– A ver, organización. Lo primero vamos a ver si dejamos mochilas y abrigos, luego ya iremos al apartamento, pero no podemos ir cargando con esto todo el día. Vamos a España.

Ir a España tiene un significado en IPM, quiere decir vamos al pabellón donde están los stands de los viveros Españoles. Y es que funciona así, en general los expositores de un mismo país se encuentran en una zona común. Así, en IPM, hay pabellones de Holandeses, Franceses, Italianos, Turcos, y claro está, Españoles. Los puedes localizar por el ruido, sin necesidad de mapa.

Atravesamos dos pabellones por la vía directa y llegamos a la zona Spain. Yo ya sabía de varios viveros amigos que estaban exponiendo y a los que ya había comentado que asistiríamos a la feria como visitantes, así que me fui directamente a ver a mi amigo “R” de “O” que tiene a bien siempre ofrecer una percha para estos menesteres. Bueno directamente no, en el camino dos “qué tal”, un “cómo tú por aquí”, y dos “Hombre Àngel” como mínimo, ¿ya he dicho que por aquí nos conocemos más o menos todos? Una vez en el stand de “R” y dos croissants y un café después (hay que aprovechar), nos lanzamos a por la feria.

Es una feria enorme (ya lo he dicho), hay plantas, y plantas y más plantas, y maquinaria, y complementos, sustratos, abonos… Expositores de todo el mundo hasta decir basta. No me voy a poner muy explícito, el que quiera que vaya y se pelee con el aeropuerto. Sí diré que se disfruta mucho y se ven todas las tendencias del sector. Para el que no haya estado, la recomiendo. Y allí estaba “T” con nosotros, era su primera vez y no podía cerrar la boca.

-¿Has visto eso? ¿y lo otro? Woala! ¡Flipa! Pero eso qué es un bonsái??? Pero si lo están podando!

Lo están esmochando, dejadme las tijeras que no sabéis!!!

Imagina si le estaba gustando la feria que hasta la hora de comer (la nuestra) no pensó más en la cerveza.

Lo estábamos pasando bien, sin duda:

Y seguimos pateando feria hasta la hora de ir a comer. pasamos a recoger mochilas y abrigos y salimos de feria. Comida regulinchin a base de kebabs o durums o algo parecido y hacia el apartamento para dejar mochilas y trastos y prepararnos para volver a la feria de cara a la ceremonia de los IGOTY.

No nos costó llegar hasta el apartamento que habíamos alquilado, nos empezábamos a habituar a la red de metro. El apartamento no era una maravilla, dos plantas, abajo el lavabo y el recibidor y arriba una sola habitación con todas las camas y la cocina, sala de estar con tele, todo en uno y rollo comuna. Funcional y punto. Nos aseamos y cambiamos y en marcha de nuevo hacia IPM.

Llegados a la feria nos dirigimos a la segunda planta, que es donde se hacía el cotarro. Durante el día nos habíamos visto con el equipo de Floramedia, “CJ”, “R”, “J” y “J” estaban allí y asistirían con nosotros a la ceremonia en calidad de prensa y de amigos, también, de la prensa, estaba “A” de Garden Magazine, al que conozco desde hace una pila de años y es más majo que las pesetas (es la antigua moneda del país y una frase hecha para los de la ESO), y también estaba “L” de “V” como representante de ACPO y porque le molaba el cotarro, para qué nos vamos a engañar. El caso es que todos estos, junto a mi hermano, “T” y yo éramos el grupo que se encargó de arrasar con todo lo que circulaba por allí que fuese comestible y trasegable, esto último, preferentemente, si tenía gas y espumita, aunque al vino de la selva negra tampoco se le hizo ascos.

La cosa fue más o menos así, acceso con entrada, guardarropía, y salón amplio, donde estaba la barra, las mesas para el sarao (de pie, sin sillas), el photocall preparado… a la hora que tocaba nos hicieron pasar a la sala de actos, con escenarios y butacas y tal, grande como un teatro y empezó la ceremonia de los IGOTY.

Y allí que estábamos, mi hermano, “T” y yo, “T” más nervoso que un flan de la emoción, mi hermano que me dijo “¿pero, qué hacemos aquí?” y yo en plan, “no sé, pero disfrutémoslo que no nos vemos en otra como esta nunca más”. Ready? Go!

Y empieza. Hay un maestro de ceremonias, un tal Michael Perry que por lo visto es un influencer inglés de las plantas de nick Mr. Plantgeek, que después he sabido que lleva toda una vida profesional alrededor del mundillo, no lo hizo mal el chaval, se hizo ameno y nos gustó su outfit plantil tras un amago de estriptis para frustración del personal con afinidad masculina.

Se dio paso a lo que el programa ponía como Seeds of Success, primero con una chapa impresionante en forma de conferencia de Ynzo van Zanten sobre como ser empresario zenchupiguay y luego una especie de mesa redonda con Ed Smit y Renee Snijders de Jungle Talks. El temas era que qué es lo que hace que las empresas ganadoras de otras ediciones de los IGOTY sean tan exitosas… (En serio?, a ti te lo voy a contar?). En fin, tras un montón de banalidades y de whishful thinkings en general, se volvieron a sentar todos y la gala continuó.

Después de ese interesantísimo acto llegó la parte que se definía en el programa como: “Networking, Bebidas y Cena Buffet”. Dejamos lo del networking y nos dedicamos con fruición a lo de la cena buffet (ni tan mal, aunque había cosas indefinibles y mucho menos comestibles) y sobre todo a el apartado de Bebidas… A cargo del tirador de cerveza había una señora teutona de la que “T” se hizo intimo a base de una conversación recurrente:

– A beer please.

– Ja, natürlich.

Al final “T”  me preguntó, ¿por qué se ríe tan sosamente cuando le pido una cerveza?

– No se ríe, “T”, te dice que sí en alemán.

– Ya decía yo que no tenía cara de alegría.

– Es de tanto chucrut, eso te tiene que arruinar la vida.

– Seguro.

– Seguro.

Nuestro grupo de afines arrasó con todo lo que pudo y más hasta que nos avisaron para la continuación de la ceremonia, empezaban los premios de verdad. Vamooooos!!!

El peso de la gala lo llevaron el chavalín de los tatuajes y la barba, el tal Mr. Plantgeek y Sirekit Mol (Desconozco en calidad de qué estaba allí, pero oye, muy simpática). Empezaron con el premio al Joven Productor Internacional del Año, que se concede entre los participantes del  Mastercourse Jungle Talks’ Pro Manager. Esto lo ganó un señor (joven?) con pinta de haber superado ampliamente la treintena aunque es posible que su alopecia no jugara a su favor (perdón desde estas líneas si se ofende alguien listo de pelo, cosa que me preocuparía… nada), entraron todos en tropel vestidos con el api de atomizar fitos y la música de Ghostbusters haciendo la analogía de que eran destructores de bichos (bug busters sería en inglés (Jajajaja, peazo de chiste, festival del humor), En fin, no estuvo mal la puesta en escena, pero ya te digo yo que esa gente tenía muy poca pinta de haber cogido una sulfatadora en su vida, y olía a niño de papá con vivero ricacho a quilómetros, todos con su inglés de Oxford, vamos hombre…

A lo mollar, a continuación, se produjo la mayor injusticia desde que Noé no dejo entrar a los unicornios en el Arca… No nos dieron, incomprensiblemente, el Galardón a Mejor Vivero del Mundo Mundial y nos quedamos únicamente en finalistas junto a otros tres en la categoría de Sustentabilidad… INJUSTICIA!!!

La cosa iba así, rollo Oscars: La pareja presentadora daba paso a una categoría (había 4 y éramos 9 finalistas): Plantas y árboles terminados, Plantas jóvenes, Flores y bulbos cortados y Sostenibilidad. Se presentaban videos de las empresas nominadas y tras cada video los representantes subían al escenario, donde se decía el nombre del ganador. Los ganadores levantaban los brazos y los otros aplaudían a pesar de no haber ganado y tener 0 ganas. Toda la sala de actos aplaudía. Sonrisas y algarabía. Siguiente. Next.

Cuando nos tocó a nosotros, “T” se puso en pie y adopto su mejor pose profesional.

– Voy a grabarlo todo.

Y me dijo al oído:

– Vais a ganar, sois lo mejores.

Se hizo patente en seguida que de plantas sabrá mucho pero que de adivino se le da fatal. Y allí estábamos nosotros, en el escenario, al lado del presentador inglés de los tatuajes aplaudiendo a otros ingleses que se lo habían llevado calentito. Los mismos que finalmente también se llevaron el premio a ‘Productor Internacional AIPH del Año 2024’ y que recibió la ‘Rosa de Oro’, el premio gordo, vamos. Bueno, es como cuando te eliminan de la champions y el que lo hace acaba ganando la competición, te queda el regusto de que has perdido frente al mejor, jode igual, pero hay excusa. A ver, que sabíamos que no íbamos a ganar y que el premio para nosotros fue estar allí presentes (esto ya es absolutamente en serio, para nosotros estar allí era ELPREMIO) pero que te gane un inglés… en fin. Toooooongo, toooooongo!!!

No en serio, los ganadores fueron Greenwood Plants, y el premio fue merecidísimo, se llevaron el de mejor vivero de Plantas y árboles terminados y el de Sostenibilidad, además del de ‘Productor Internacional AIPH del Año 2024’ Nuestro aplauso y reconocimiento para ellos. Pero sólo quiero recordaros que le ponéis chorizo a la paella y que vuestro plato nacional es pescado seco rebozado con patatas fritas congeladas, por no hablar de que encabezáis el ranking de Balconing, ahí queda eso:

(La ‘balconleague’ está encabezada por el Reino Unido, con 189 pisos caídos y 53 casos documentados desde hace 17 años.

(https://www.diariodemallorca.es/buzzeando/2022/06/01/publican-clasificacion-historica-balconing-baleares-66787236.html)

Acabada la entrega, nos hicieron muchas entrevistas, muchas fotos y nos felicitaron mucho.

Si queréis comprobar que todo lo relatado es verídico, podeís darle al play y ver el video de cómo fue la cosa, lo del presentador, es striptis, la camisa, los Bugs bBusters, los premiados, la ceremonia tal y como la vivimos nosotros, enjoy!!!

La verdad es que estábamos muy contentos, fue una experiencia única, todo estudio muy bien hecho y disfrutamos muchísimo, tenéis videos y reportajes en diferentes sitios, os dejamos por aquí enlaces:

Foto: AIPH International Grower of the Year 2024 (floraldaily.com)

Foto: AIPH International Grower of the Year 2024 (floraldaily.com)

Fin del cotarro. Llamada a casa, amor y felicidad compartida. Nos vamos a cenar (más) y se hace la cerveza (más) de la celebración con nuestros amigos de Floramedia. Risas compartidas y de vuelta (andando que los autobuses los retiran temprano) hasta el apartamento-comuna. A dormir (algunos a roncar) hasta el día siguiente…

Duchas. El ultimo, (T), le tocó con agua fría (se siente). Y al desayuno, lo hicimos en IPM directamente en el hall de entrada. Y venga a hacer feria, un pabellón (fotos), otro pabellón (fotos), más pabellones (otras muchas más fotos). Y bueno, hicimos menú feria, bocata de wurst de alguna clase y color (salchicha, que aquí no le llaman Frankfurt) y cervecita de rigor. Encuentros, preguntas, conversaciones… lo que viene siendo una feria.

En el stand de Corma, teníamos plantitas nuestras… Gracias amigos!!!
Y estas tres fotos son del Stand de Metalmalla que les ayudamos con el atrezo, muchas gracias!!!

Al final del día nos vamos a “España” (recuerda, la zona de stands del terruño) y sí, cómo no, hay fiestuqui con jamoncito del bueno y de más en el stand de “VR”. Los dos hermanos están dándolo todo y que no falte de ná. Al rato salimos del recinto ferial, tocaba cena, de nuevo con los chicos de “F” esta vez pizzería, lo cierto es que muy buena, de estilo italiano (si, que nadie se sorprenda, pizzas las hay de todo pelaje y condición, aunque parezca que la frase “pizza italiana” sea redundante, pues no, no lo es).

Vuelta al apartamento, y al día siguiente tempranito hacia el aeropuerto, tras ciertos momentos de incertidumbre con el transporte público decidimos pillar taxi hasta el aeropuerto y menos mal porque íbamos justos no, lo siguiente. La aventurilla con el trofeo en forma de triple puñal en la mochila y el guarda de aeropuerto teutón, avión y vuelo…

Aterrizaje y de vuelta al vivero, A “T lo dejé con “E” en Sabadell para pasar el fin de semana antes de volver a casa, ahí ya me libré de él (jjaajajajaja, un abrazo enorme amigu).

Y hasta aquí la aventura, ¿qué os parece, nos volvemos a presentar el año próximo? Pensad bien la respuesta, si hemos dado la vara de esta manera por ser finalistas, imaginaos si ganamos…

1 Comentario

  1. marzo 3, 2024 / 4:52 pm

    Pues oye… yo también creía que ibais a ganar. Lástima de hobby incompatible con la adivinación

    E.

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